En Venezia es imposible ver ningún medio de transporte, que no vaya sobre el agua. En Padova, al revés, si sales un día y no ves a nadie sin bicicleta, te debo 10 euros.
Así es, en Venecia, no hay manera de tener algún otro medio de transporte que no sean tus piernas cuando estás en tierra firme. Ni bicicletas, ni skates, ni patines, ni coches, ni motos ni naaaaaaaaaada que contenga ruedas. Lo único que puedes coger es el vaporetto o algún otro medio de transporte acuático. Que ni se te pasen por la cabeza las góndolas porque cuestan un riñón. Algún día si me caso, quizás, pero por ahora ni de broma.
En cambio en Padova, dicen: ‘si no tienes una bicicleta, no eres nadie‘. En la ciudad es muy común que la gente tenga bicicleta y se mueva por la ciudad con ella. Incluso la gente cuando se va de fiesta se va en bicicleta, esto último me ha hecho mucha gracia. Pero a mi me parece muy bien, así contaminamos menos y se hace deporte. La gente joven mola porque siempre van en grupitos de colegueo moviéndose por el centro. Aparte hay un negocio muy grande con el tema, porque siempre las roban y las venden y es un rollo.
En mi caso, en Venecia voy a pie, y en Padova voy con mi tercer hijo, o también llamado pennyboard (Un skate pequeño de plástico). Es muy cómodo y me acompaña a todos lados; y nunca tengo que preocuparme por si me han robado 😉
Gracias al equipo de @SinMaletas por hacer todo esto posible.