Soy una erasmuskyper
Erasmus y Skype son dos palabras en una.
Doy las gracias desde aquí y públicamente al inventor del Skype por otorgarnos esta maravillosa herramienta que nos permite estar en contacto con nuestras familias, charlar con los amig@s y mantener lo mejor posible las relaciones amorosas a distancia (qué duras son, ¡por Dios!).
El Skype ha cambiado la forma de relacionarse. Y tanto es así que en mi residencia, cuando abres una puerta, siempre te topas con alguien hablándole al ordenador. Y la mayoría de las veces (si es que no es siempre), ¡dándole voces! Y es que la conexión en las residencias es famosa por su falta de velocidad (así que paciencia, muchachos).
Cambiando de tema (porque el Skype es interesante pero no da para tanto), me gustaría contaros que sigo a la búsqueda DESESPERADA de piso. El día 13 de febrero, a petición mía, la residencia me pone de patitas en la calle y tengo que asarme yo misma las castañas. Y teniendo en cuenta que estamos a -10ºC (por las mañanas rondan los -16ºC), no me parecería divertido dormir en la calle (a propósito de esto; pronto os hablaré de qué es CouchSurfing).
Tan desesperada estoy que, desde hace unos días, cuando me presentan a alguien, mi respuesta siempre es una de las siguientes:
– Nice to meet you. I´m Flor, from Spain. And I´m looking for a rent room.
– Îmi pare bine. Sunt Flor, din Spania. Si caut chirie pentru o camera
Y parece de locos pero la verdad es que funciona. He conseguido varios contactos así. Aunque… viéndolo bien… ¡al final ninguna de las veces conseguí la habitación! Tengo que plantearme otra estrategia. De momento, para daros un poco de Información Erasmus sobre cómo desenvolveros en vuestra nueva ciudad, mis «Trucos para conseguir piso», además de mi maravillosa presentación (no digáis nada de que huele a desesperación y mendicidad, por favor) han sido los siguientes:
- Comprar el periódico PIATA (el segunda mano rumano): que ha sido un desastre, porque todo está lejos del centro.
- Ir a mi facultad en busca de anuncios: que ha sido un desastre aún mayor porque me pasé una hora y media recorriendo callejuelas sin encontrarla. ¿Cómo ocurrió aquello? A mí no me preguntéis. Yo tenía la dirección escrita en un papelito y cuando llegué al Boulevard 21 de diciembre de 1989, allí no había número 128, que es donde se supone que está la facultad. ¿Será que no existe y que me voy a pasar los próximos cinco meses y medio de juerga?
- Poner un anuncio en el grupo Couchsurfing de Cluj: página que podéis cotillear por aquí.
- Bombardear el Facebook
Por lo demás, las clases de Lengua Rumana están succionándome la sangre. Hoy hemos dado los verbos reflexivos y me he dado cuenta de cuán estancada estaba esa información en mi cerebro. Como decían mis compañeros…
– Pero profesor, si yo entenderlo, lo entiendo. ¡El problema es que lo entiendo en rumano pero no consigo aclararme con mi propia lengua!
Sin más, me despido para continuar con la sesión Skype del día, prepararme para ir a cenar un restaurante llamado Casa Vikingilor (famoso por sus grandes raciones al estilo vikingo) y vestirme para la fiesta Erasmus de esta noche (que está organizada por el grupo de Facebook «ERASMUS Babes Bolyai Cluj 2010/2011«, una especie de ESN rumana, al estilo de la de Sergio y Laura).
¿Encontraré piso? ¿Aprenderé rumano? ¿Me beberé extraños mejunjes en la fiesta PIJAMA ERASMUS de esta noche?
Todo en el próximo capítulo y a través del Twitter…
vamos… yo ahora mismo, si fuera tú, estaría en mi rincón de llorar de forma perenne
Muy guay Flor!
haha, cuando regresaré a Cluj (en dos semanas), voy a ir a fiestas Erasmus 🙂
¡Flor!
Mucha suerte en tu búsqueda del piso, ya nos contarás cómo lo consigues, y ¡ánimo con el idioma!