Tiempo para el relax…
Aprovechando que estos días tengo visitar familiar, he decidido contaros un poco sobre uno de los principales atractivos turísticos de Budapest: las termas. Es una visita obligada para todos aquellos que visiten la ciudad, una forma diferente de relajarse a la vez que disfrutar de lugares preciosos.
Budapest es una ciudad rica en manantiales de aguas termales, suponiéndose que hay alrededor de 120 manantiales lo que ha dado lugar a la construcción de numerosos baños termales para aprovechar este preciado recursos. Hasta el punto que Budapest es también conocida como ciudad de los balnearios. Este uso de las aguas se remontan a los tiempos en los que lo romanos poblaban estas tierras, hasta el día de hoy donde podemos disfrutar de este placer terrenal por precios bastante asequibles.
Son muchas las opciones a la hora de elegir balneario, pero yo os contaré acerca de las 3 opciones más atractivas, por su belleza, calidad y lo asequible de sus precios.
El balneario Gellert, el cual se encuentra junto al Danubio en la parte de Buda. Hoy en día forma parte de un complejo hotelero del mismo nombre y es famoso por ser uno de los más antiguos. El balneario actual data de principios de siglo XX pero en este mismo lugar han existido instalaciones para aprovechar las aguas termales desde principios de siglo XIII. Un lugar con mucha historia, de una gran belleza y en un lugar privilegiado. Por poner algún impedimento, es de los más caros aunque sin ser un precio desorbitado.
Otro de los baños más importantes son lo de Rudas. En este caso se trata de unos baños turcos con más de 4 siglos de historias. Están considerados como unos de los baños turcos más bellos de Europa. Estos también se encuentran en la parte de Buda junto a la orilla del ría Danubio, con la característica única de que desde sus piscinas exteriores pueden disfrutar de las vistas que te ofrece el río y toda la orilla de Pest. El precio ronda los 15 euros y es sin duda una opción muy interesante para culminar un largo día de turismo.
Por último he de recomendar los baños de Széchenyi. Este es el que he visitado yo y la mayoría de mis amigos de forma más asidua. Principalmente por su tamaño, ya que son unos de los más grandes de Europa, si no el que más. Posee una gran cantidad de piscina, saunas y baños turcos; de las cuales he de destacar las dos exteriores, donde podemos encontrar el agua a 40 mientras que en el exterior las temperaturas están bajo 0 en esta época de año. Además, el edificio en sí es una autenticá delicia arquitectónica, que lo convierte en un monumento más de la ciudad.
Los baños Széchenyi están junto a la Plaza de los Héroes y el Parque de la Ciudad.
Justo estoy escribiendo estas líneas nada más regresar de allí, vengo tan relajado que no sé caeré dormido antes de poder terminar este post.
Por mucho que intente transmitiros la satisfacción después pasar un par de horas en los baños, es algo que tendréis que venir a probar. Al igual que aún tengo que probar las fiestas que se celebran cada sábado en este recinto, de las cuales se escuchan que son una auténtica locura.
Ojalá, tengáis la suerte de visitar esta ciudad y disfrutar de esta maravilla de la naturaleza como son las aguas termales…