Entre Ángeles y el Rey Arturo
Aish, lejos quedaron los fines de semana en los que te quedabas pensando qué hacer. Esto de la Erasmus es un no parar. Soy una Willy Fogg andaluza, que aprovecha la más mínima oportunidad para irse sinmaletas a cualquier sitio que se presente. El finde pasado le tocó el turno al Mont Saint Michel y Saint Maló, dos lugares mágicos que sin duda recomiendo.
Hace unos añitos, con el colegio, en mi intercambio a Le Mans, ya me tocó hacer la visita a pies descalzos del Mont Saint Michel. Era más niña, me importaba mucho menos lo que visitaba y aunque lo disfruté, no tanto como lo he hecho ahora. Si no sabéis qué es el Mont saint Michel, os dejo una fotito por aquí de lo que os encontraríais. A determinada hora del día, sube la marea y la «ciudad» (y sí, entre comillas porque los únicos que viven ahi son los comerciantes) queda rodeada de mar salvo por una carretera que es lo único que lo une al resto del continente. Cuando baja, quedan unas dunillas que hay que recorrer… con riesgo de caídas (coffcoffADRIcoffcoff). La sensación de ese barro extraño en los pies es genial… pero vamos, que tampoco es que el paseíto sea una maravilla.
La ciudad en sí y el castillo que se alza en la cima sí que merecen la pena. Muy medieval todo y precioso. Y si encima llevas un guía que te vaya contando las historias de los antiguos caballeros… la verdad que es una visita que merece muchísimo la pena.
SAINT MALÓ el pueblecito de al lado en el que nos quedamos a pasar los fines de semana, parece sacado de un cuento. Con unas playas preciosas, está rodeado por una antigua muralla a la que puedes subir sin problemas y seguir la visita y sentirte parte de la antigua corte del Rey Arturo. Y bueno, el remate de la visita fue el «Char à Voile». ¿Que no sabéis lo que es? Tranquilos que yo hasta hace un par de semanas, tampoco. Pues es una especie de Windsurf sobre la arena y sentado en un cochecito… sólo con deciros que en los primeros 30 segundos que me monté casi atropello al monitor, creo que todo está dicho =D
No temáis, en cuando le cogí el truco me convertí en Fernando Alonso 🙂
Y bueno, ¿soy la única que Kamelot, el Rey Arturo y Merlín venían de la querida Gran Bretaña? Pues por lo visto no. Sí, esa misma cara puse yo. Y es que los Bretones también tienen sus leyendas artúricas y su bosque de Lorient para demostrarlo. Después de dos días intensísimos, caminata cuesta arriba por un bosquecillo la mar de mono mientras nuestra guía nos contaba de nuevo los tejemanejes entre Merlín, Arturo, Morgana, Ginevra y Sir Lancelot. ¡Pero si hasta vi el lago de la famosa Excalibur! Una visita de lo mas completa, sí señor.
¿Habéis ido allí? ¿Tenéis ganas de hacerlo? Me encantaría oírlo!
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Un viaje geniaaaaaaaaaal!!!
Cada uno de los momentos inolvidablesss!!
Esto de estar de erasmus no tienee preciooo!! No quiero que se acabe nunca el año erasmussss!! noooo!!