Erasmus Budapest: segunda parte.
Después de unas largas vacaciones, en mi pueblo, en mi casa, rodeado de amigos y familia; después de más de veinte días estoy de vuelta en la que ya considero mi segunda casa. Ya estoy de vuelta, con el objetivo de afrontar la segunda etapa de la aventura llamada erasmus.
Con las mismas ganas que el primer día pero sabiendo la de cosas buenas que me esperan, con ese espíritu me preparo para disfrutar de esta maravillosa ciudad y de la gente que aquí tuve la suerte de encontrar el pasado año.
Las cosas por aquí han cambiado bastante sobre todo en cuanto al clima se refiere, al marcharme hacía frío, pero se podía soportar, ahora mismo las temperaturas están bajo cero casi todos los días y eso para alguien de Huelva es bastante duro, por no decir que es una cabronada. Ahora bien, este cambio de clima también me ha permitido disfrutar de nuevos paisajes y vistas, ya que nada más el avión se acercaba a tierra pude ver la ciudad desde las alturas toda cubierta de blanco, completamente nevada y preciosa.
Para ser sincero, los primeros días iba por la calle como un niño de 8 años pisando el hielo, cogiendo la nieve de encima de los coches; y claro la gente me miraba de una forma poco menos que sospechosa.
Ahora, estoy a la espera que este frío traiga al menos otra buena nevada para vivirla, disfrutarla, al menos mientras la nieve está en buen estado, porque luego cuando empieza a derretirse es más peligroso que correr con las manos en los bolsillos. Ya puedo decir que he tenido algún que otro resbalón que podría haber terminado, aunque después de mi experiencia con el patinaje sobre hielo no iba a ser nada a lo que no esté acostumbrado.
Otra de las cosas que retomaré será la de seguir recorriendo Europa, conociendo nuevos países y disfrutar de los viajes con los amigos. El próximo destino sera Rumanía, para visitar las ciudades medievales con más encanto y la zona más mítica de Transilvania, allí donde vivía el propio drácula.
Entre viaje y viaje, algún día saldremos de fiesta e iremos a clase, pero esto último ya lo dejaremos para febrero.
Y por supuesto lo más ansío es que toda la familia Erasmus se reúna de nuevo. Algunos ya han llegado, otros en camino y el resto están terminando su obligaciones en sus universidades de origen para poder volver cuanto antes.
Como véis, todo está preparado para seguir con la experiencia y desde estas líneas os seguiré dando buena nota de todo lo que por aquí pase… Seguimos!