Pa?te Fericit! (¡Felices pascuas!)
Algo se está cociendo en Rumanía (y no hablo sólo de los huevos). Estos días en Baia Mare hay algo distinto en el aire. La gente está un poco nerviosa, entusiasmada. Han empezado las fiestas de Pascua y todos los estudiantes han vuelto a sus casas para ayudar a su padres a preparar el festín.
Estos días la diferencia cultural entre Rumanía y España se está notando. Aquí, como hace unas décadas en nuestro país, todo el mundo celebra las Fiestas de Pascua (Semana Santa). Y cuando digo todo el mundo es TODO EL MUNDO; ortodoxos, católicos, gitanos, ricos, pobres, la gente del norte, los del sur… ¡TODOS!
Como yo aquí no tengo casa, ni familia, ¡ni nada! Me he dejado adoptar por la familia de Roxana (mi vecina/amiga/compi de clase) y me he venido a Baia Mare a celebrar las fiestas y preparar los trabajos y exámenes de la universidad (sí, ya es hora de hacer algo académicamente hablando).
Baia Mare está en la región de Maramure? y aquí tradicionalmente los huevos se pintan con verduras. Lo más típico es hervirlos junto a unas capas de cebolla y así darles un tono rojo oscuro.
Este fin de semana es el más importante en las fiestas de Pascua y este es el plan que me depara;
Sábado
A medianoche se acude a la Iglesia para celebrar una misa por el renacimiento de Jesús. Todo el mundo va allí con sus velas apagadas y se celebra una ceremonia en la que el cura y todos los asistentes dan tres vueltas alrededor de la Iglesia. Después de esto, con una vara sagrada tocan la puerta y se mantiene una conversación Bíblica. Y a continuación el cura enciende una vela de gran tamaño traída de Jerusalén y comienza a prender las velas de todos los asistentes, los cuales vuelven a sus casas con la luz que simboliza el renacimiento de Jesús.
Domingo
Por la mañana todo el mundo acude de nuevo a la Iglesia, pero esta vez cargados con una cesta de comida y bebida que han ido preparando a lo largo de los últimos días. Durante la misa, el cura bendice los alimentos, los cuales serán la comida del día.
Tras el almuerzo, en casa, cada uno ha de coger un huevo de Pascua y chocarlo con el huevo de otra persona, de forma que se rompa la cáscara (esto simboliza el renacimiento de Jesús). Entonces, uno de ellos ha de decirle al otro «Hristos a Inviat!» (¡Cristo ha renacido!), a lo que el otro le responde «Adevarat ca a Inviat!» (¡De verdad que ha renacido!). Estas dos frases sustituyen, desde ese momento y durante una o dos semanas, a los saludos normales. Se acabó el «Salut!«, «Buna seara!» o «Buna Ziua!».
¡Estamos en Pascua!
¿No os apetece veniros sinmaletas a degustar todos los dulces que hay en casa de Roxana? Je, je, je. De momento os dejo una foto y os invito a seguirnos por Twitter.