Diferencias España – Finlandia
Aunque ambos países son europeos, Finlandia es completamente diferente a España. Hay un gran abismo que nos separa. Empezaré hablando del clima, uno de los puntos fuertes que distinguen el día a día de un español y un finlandés. Las bajas temperaturas y los pocos días soleados que hay al año en Finlandia pueden hacer que cualquier español se sienta realmente confundido. Ir a la universidad en bici a -10 grados mientras copos de nieve caen sobre tu abrigo no es lo que un estudiante español está acostumbrado en su país. Algo que también choca muchísimo son las pocas horas de luz solar que hay en los países nórdicos. Y si a esto le añadimos el hecho de que los españoles somos de comer más bien tardecito… puede impactarnos mucho ver salir la luna cuando aún ni hemos terminado el postre. Además, otra cosa que puede impactar culturalmente a un español es la personalidad de los fineses. Los españoles somos, por lo general, directos. Nos expresamos y damos nuestra opinión sin ningún reparo. Mientras que los finlandeses, generalmente, son personas más indirectas y más tímidas. Mientras que la mayoría de los españoles somos ruidosos y ponemos emoción en lo que decimos y hacemos, aquí la gran mayoría es gente muy tranquila, modesta y muy, muy discreta. Gritar, hacer ruido, expresarnos en voz alta y con mucha gesticulación es lo normal en España y al venir a Finlandia uno puede sentir que está en otro mundo. Por otra parte, el español no es realmente puntual y la puntualidad en Finlandia es realmente importante. Además, los españoles son personas muy cercanas que se abrazan y se tocan constantemente, algo visto como una locura en tierras del norte. En resumen, irse a vivir a Finlandia supone un enorme cambio de mentalidad. Supone adaptarse, no sólo al lenguaje y al clima, sino a cada pequeña cosa a la que antes no estabas acostumbrado.