Escapada a Lisboa-Parte 1
Hace algo más de un mes fui a pasar cuatro días a Lisboa, como ya os conté en mi post sobre Sintra. La razón de mi visita fue, principalmente, el concierto de mi fadista (cantante de fado, el estilo musical tradicional portugués) favorita, Carminho. Ya sabía que iba a dar ese concierto desde antes de empezar el ERASMUS y me propuse no faltar, así que fue la excusa perfecta para acercarme a la capital y pasar unos días haciendo turismo con la mejor compañía, dos amigos lisboetas que conocí en verano y una amiga de Zaragoza que está haciendo su ERASMUS allí.
Llegué un jueves por la noche y lo primero que hice fue salir de fiesta. ¡Qué raro!, dirían mis padres… Al igual que en Oporto, el jueves hay noche universitaria, así que mi amiga me llevó a una fiesta organizada por los estudiantes praxistas de la Facultad de Ingeniería de Lisboa. Cerveza muy barata y muy buen ambiente 🙂
Al día siguiente, pasé el día en Sintra (podéis leer toda la información en mi post) y por la noche fui al concierto de Carminho. Fue en Campo Pequeno, la plaza de toros de Lisboa, y estaba lleno de gente. Mucha gente m e pregunta que cómo me gusta tanto el fado siendo española y, la verdad, nunca sé responder. Simplemente, hubo un día que empecé a escuchar a esta fadista, me fui interesando por todo el género y, tras mucho escuchar, empecé a cogerle el gustillo al portugués. Y esa es una de las razones por las que hoy estoy escribiendo esto desde Oporto 😉
Tras el concierto, dejé a mi amiga lisboeta y me fui a la residencia de otra amiga de Zaragoza. Esos días con ella me sirvieron mucho para ver cómo es el ambiente en las residencias ERASMUS, algo por lo que siempre había tenido curiosidad, supongo que por estar en un piso. La verdad que el ambiente es muy bueno y, a pesar de ser una resi, hay mucha independencia, cosa que yo ponía en duda. El sábado fue día de turismo, de patear y ver cosas preciosas. Lo primero que visitamos fue la Praça do Comércio, ya que la residencia está en plena Baixa, a pocos metros de la plaza. ¡Y qué plaza! Sabía que era una de las más grandes de Europa, pero no me la imaginaba tan bonita. Y con el mar de frente… Quedé prendada de ella y, por suerte, durante mi visita, volví a ella unas cuantas veces.
Después, subimos en el ascensor al barrio de Alfama, que está en una colina en el centro de la ciudad y es donde se encuentra el Castelo de São Jorge. Esa zona me recordó mucho a Oporto por las subidas y el suelo empedrado. Recorrimos el barrio, súper bohemio, lleno de turistas (cómo no) y de historias. Llegamos al Mirador de Santa Luzia, característico por sus baldosas y las vistas de la ciudad que ofrece. En este espacio, entre algún que otro pintor y una mujer cantando en directo, se respiraba arte. Me contaron que todos los miradores que hay en Lisboa tienen una imagen de la ciudad hecha con azulejos, y lo pude comprobar. El de Santa Luzia representa imágenes del terremoto que asoló la ciudad en 1755 y del ataque cristiano al Castelo de São Jorge. Justo al lado hay una terraza de un bar donde se puede disfrutar tranquilamente de las vistas, aunque también un poco más abajo, había gente sentada en el muro con sus bebidas.
Volvimos a bajar hacia la Baixa, pasando por la Catedral o Sé de Lisboa, que me recordó también mucho a la de Oporto, acabando en Martim Moniz, una plaza/estación de metro (no tengo muy claro si se considera barrio o qué) que me pareció súper curiosa. Al parecer, el hecho de estar situada al lado de la Rúa da Mouraría (zona de inmigrantes chinos, árabes, africanos, etc), le ha dado muy mala fama y por la noche nadie recomienda ir. Por ello, hace poco renovaron la plaza y ahora es una zona bastante alternativa llena de bares, puestos de comida, DJ al aire libre y, supongo, eventos de cuando en cuando. Y la morería no está tan mal, he de decir.
Esta es sólo una parte de mi visita a Lisboa que, como veis, os voy contando poco a poco. Sin prisa pero sin pausa. SinMaletas hace posible que pueda hacer viajes por Portugal y otros lugares, así que no puedo más que agradecerle y recordaros que podéis seguir sus redes sociales: Twitter, Facebook, Youtube y el blog, donde escribimos los embajadores. ¡Saludos! 🙂