Se acaba… El Año!
Pues lo dicho termina este año 2015, aunque por lo que respecta a la experiencia como embajador erasmus sólo estamos en el ecuador. Este es mi post número 13, después de 3 meses contando mis experiencias como erasmus en Budapest. Aprovechando este cierre de ciclo, me gustaría echar la vista atrás y hacer un breve recordatorio de este “trabajo”.
Como es lógico empezar por el principio, en su día os contaba como fue mi proceso de adaptación, el cual se debatía entre un clima diferente, compras en húngaro y sobre todo como la adaptación se completaba con la llegada de mi ropa y comida desde España.
En esas primeras semanas también os contaba el bullicio que se forma a eso de las 6 de la tarde cuando todos empiezan a planear lo que acontecerá durante la noche, lo cual siempre suele terminar en la invasión de algún piso para liarla, esto no ha cambiado y tal y como prometí pronto tendréis vídeo de estos eventos.
Por supuesto, hice un pequeño repaso de la dieta de los erasmus, la cual en general no es de la más sana; por eso muchos estas navidades más que nunca estarán comiendo como si no hubiera mañana.
Además, os acercaba la realidad de los erasmus en cuanto estudios, diferenciando entre los que tenemos mucha suerte y los que tenían que currar bastante; al la mayoría de nosotros han superado exámenes y trabajos, dando un resultado final bastante bueno.
Y qué me decís de cómo cambiaron los lunes para nosotros? Dejaron de ser el día más odiado para convertirse en el día de salida obligatoria. La pela es la pela y los lunes hay ofertas difíciles de rechazar; así que anímate a venir y comprobarlo. Y si vienes puedes estar tranquilo, que os contaba que después de mi primera visita me di cuenta que puedo aprobar como guía turístico tanto histórico-monumental como festivo 😉
Habéis tenido la suerte de conocer a mi familia, a una parte de ella, la que forman mis compañeros de piso Annika, Marion y Enrico. Cada uno con sus cosas, cada uno muy diferentes pero que desde el minuto 1 hemos congeniado y me han hecho sentir como en casa. Tengo otra familia, mucho más grande, la cual forman mis amigos españoles y de los cuales hablaré largo y tendido en el futuro. De ellos si os he contado experiencias de viajes, como hemos cruzado fronteras y disfrutado de diferentes ciudades europea: Viena, Cracovia, Praga y las que nos quedan…
También intenté haceros partícipes de nuestra agonía en la época de exámenes y entregas, en las cuales la actitud cambiaba de forma radical mientras intentábamos preparar exámenes y exposiciones en inglés que aunque nos parecían un mundo, nadie ha muerto en su intento. Donde sí hemos estado más cerca de la muerte ha sido en el trato con ciertos húngaros, los cuales os contaba son complicados, pero también os decía que sus motivos tienen y que en realidad todo es hacerse a su forma de entender las relaciones personales.
Con todas estas historias, casi sin darme cuenta llegó la hora de volver a casa. Y ahora nuevamente el tiempo pasa volando y en poco más de una semana estaré de vuelta en Budapest. Desde allí y a través de estas líneas os seguiré contando todo lo que acontezca ya durante el 2016.
Para todos los que leéis mis textos os deseo una muy feliz entrada en el año y que el año que entra sea mejor que el que nos deja.