Multiculturalidad; esos bichos raros que aquí son amigos
Si hay algo que todo el mundo tiene en la cabeza cuando se habla de Erasmus es la garantía de que quien empieza la aventura acaba siempre con un sin fin de desconocidos que luego se convertirán en amigos para toda la vida, y en esta ocasión el tópico no carece de razón. El Erasmus sirve para valorar a los amigos que dejamos en casa, es cierto, pero esa nostalgia es la que nos empuja a buscar semejanzas con los desconocidos que comparten la aventura. Ante la falta de los nuestros, son los de fuera los que suplen el cariño diario de los que nos dejamos en España.
Es aquí en el día a día diario donde esos bichos raros que conocimos en una plaza o una discoteca comienzan a ser los compañeros de sonrisas o los que nos aguantan los días malos, así como siempre el roce hace el cariño. El nuevo grupo que se forma no está nada mal. Aquí os presento a los responsables de que este año esté siendo inolvidable…
Como en todos los grupos Erasmus si hay algo que reina es la multiculturalidad constante que supone hablar con gente de otras regiones del país. El chico de jersey de cuello vuelto nos conduce con su «compae granaino» a una disputa continua cada vez que en lugar de esa coletilla a alguno de nosotros se nos escapan las frases riojanas. Porque lo que estamos aprendiendo todos es a valorar bien el vino; ¡no podía ser de otra manera con los del Duero!
El fondo norte de la foto está ocupado por los asturianos; qué cantidad de frases hechas. Todos tenemos ya un B1 de bable, ¡de locos cuando me escuchan hablar por el sur! Aunque ya está el gaditano para ponerle un poco de alegría a los días grises, que no son los tristes, sino los que no deja de hacer frío y lluvia. ¡Qué seriamos si tus pasodobles! Va a hacer de nosotros una auténtica comparsa carnavalera. Que raros son los del norte al comerse la cerveza sin tapas, pensamos por abajo. Qué raros son los del sur al hablar siempre a todas horas sin respetar el silencio, dicen los del norte. En definitiva, BICHOS RAROS todos para todos.
¿Y yo qué aporto? Fácil, siempre hay un amigo patoso en el grupo…. Pues seguro que intuis quien es.