Una beca Leonardo y una maleta de 15 kg., y rumbo a Cádiz
“Con Cádiz, fue de todo menos un amor a primera vista”. Al primer vistazo. El italiano Michele Manara se graduó en Derecho el verano pasado. Consiguió la beca para neolicienciados Leonardo-lo que ahora llaman Erasmus +, que le permitió pasar cuatro meses en una asociación del sur del sur, y desarrollar sus habilidades profesionales en el extranjero.
Aterrizó cerca del lugar que presenció la batalla titánica de Hércules -¿recordáis cómo se formó el Estrecho de Gibraltar?- a mitad del mes de enero. Una maleta de 15 kg. y unas sensaciones que no fueron las mismas que cuenta ahora, cuando acaba de dejar la ciudad. “Al principio, la ciudad me pareció pequeña, mal organizada”, asegura Michele. Además, sus deseos alimentados a base de lo que le habían contado referente al clima soleado se difuminaron en un primer momento. “Los primeros días me enfrenté a mucho viento y lluvia”, explica, a modo de anécdota.
Diez días. Solamente tuvieron que pasar diez días para que Michele se hiciera a Cádiz, y Cádiz a Michele. “Hubo un giro de 360 grados”, confiesa el italiano. Alquiló una habitación en un piso cerca de la playa de la Caleta. Pronto se enamoraría del pescaíto frito, uno de los mejores que ha probado, promete, y de la gran variedad de tapas de la zona. Además, Michele descubrió la amabilidad gaditana: “Una vez tenía que entregar, por mi trabajo, unos documentos en una oficina y, por supuesto, me perdí. Un señor, viendo mi cara, entendió que necesitaba ayuda y, aunque él tenía un compromiso, se ofreció a acompañarme hasta la oficina, caminando veinte minutos. No sé en cuántos sitios te puede ocurrir una cosa de estas.”
Vuelta a casa con otro punto de vista. Michele acaba de llegar a Italia. Vuelve con la misma maleta con la que llegó, “lo mínimo indispensable, –como si fuera sin maletas– pero más que suficiente”. Piensa que la ciudad andaluza le ha aportado mucho, principalmente el hecho de conocer a sus compañeros de piso, Moritz y Lee. “Cádiz es una ciudad que te transmite tranquilidad y paz interior. A cualquier persona que haya pasado malos momentos se la aconsejaría, para poder aprender sobre las cosas que cuentan de verdad en la vida y reencontrarse a sí mismos. Parece raro que un sitio pueda tener este poder, pero para mí ha sido así”.
Visitar Cádiz. Dos rincones especiales, difícil elección. El sur del sur es Algeciras, o isla verde, el río Miel, la Línea de la Concepción, Gibraltar, Tarifa, Zahara de los Atunes. De su estancia Leonardo en Cádiz, Michele recomienda, a todos aquellos que ya buscan alojamiento para las vacaciones, que no se queden sin visitar dos espacios:
Playa de la Caleta. Es una magnífica playa (exactamente entre el Castillo de San Sebastián y el de Santa Catalina). “Simplemente hermosa (…) Puedo asegurar que las puestas del sol que he visto ahí, no las he visto nunca antes.”
La Isleta de la Viña. “Es mi sitio favorito de Cádiz, en el corazón del barrio de la Viña.” Tiene una atmósfera que definiría como “singular”, pero extremadamente acogedor.
Cádiz es, sobre todo, mar y océano, ballenas y delfines. Michele no ve la hora de volver.
Entrevista a Michele Manara, italiano con una beca Leonardo en Cádiz, para SinMaletas
Por Marta Rosella